El pasado mes de agosto, GEOTECNIA 2000 (Grupo ATISAE) concluyó los trabajos correspondientes a la primera de las cuatro fases previstas, de las labores de descontaminación de los suelos y aguas subterráneas de una parcela, en la que durante más de 70 años se llevó a cabo una actividad industrial y en la que, se produjeron derrames y pérdidas de combustible (aceites hidráulicos, fuel oil y diesel) desde 11 tanques enterrados y en la infraestructura de distribución de aquellos.
Tras las correspondientes labores de caracterización ambiental del subsuelo para establecer la tipología de los contaminantes, grado de afección y su extensión espacial, se procedió a la elaboración de un estudio de evaluación de riesgos, que ha servido de base para establecer los objetivos de limpieza para suelos y aguas en el emplazamiento para un uso industrial.
Tras evaluar las distintas alternativas de remediación del emplazamiento, en base a criterios de coste, tiempo necesario para alcanzar los objetivos, condicionados ambientales, etc., se optó como mejor alternativa por la excavación selectiva de suelos y su posterior tratamiento mediante biopilas activas. Para el caso de las aguas, el tratamiento escogido fue el de bombeo y tratamiento.
Constituye uno de los métodos de biodegradación ex – situ más eficaces para la descontaminación de suelos con hidrocarburos.
El fundamento del biotratamiento es relativamente sencillo. Consiste en potenciar la biodegradación de los hidrocarburos, que de forma natural se produce en el suelo, como consecuencia de la existencia de microorganismos autóctonos (bacterias, hongos, levaduras, etc.) degradadores. Por lo tanto, para que el sistema tenga éxito hay que asegurar que los suelos de forma natural presentan un adecuado volumen de población bacteriana y que las condiciones ambientales dentro de la biopila son las adecuadas (humedad, temperatura, pH, contenido en nutrientes, toxicidad, etc.).
Ensayos de biotratabilidad
Con objeto de determinar la capacidad del suelo contaminado a ser biodegradado y como paso previo al diseño de las biopilas, se realizaron ensayos de biotratabilidad en el laboratorio del GIRO (Gestió Integral de Residus Orgánics), en Mollet del Vallés (Barcelona).
Los ensayos de biotratabilidad (imagen 1), se dividieron en dos tipos de ensayos:
Ensayos de Nivel I: centrados en determinar las principales características fisico-químicas del suelo (pH, conductividad, capacidad de campo, COT, contenidos en nutrientes, etc.).
Ensayos de Nivel II: destinados a profundizar más en los aspectos de la biodegradación. Se distinguen 3 grandes grupos de ensayos realizados dentro del Nivel II:
· Respirometrías.
· Determinación de hidrocarburos.
· Determinaciones microbiológicas.
Comprobada la potencialidad de los suelos a ser biodegradados, se realizó el proyecto de remediación que incluye el diseño constructivo de las biopilas.
Características constructivas de las biopilas
La geometría de las biopilas corresponde a una pirámide truncada de base rectangular de 37 m de largo por 28 m de ancho y 2 metros de altura, capaz de contener un total de 1.800 m³ de suelos.
Las biopilas cuentan con una sub-base (imagen 2) de material seleccionado limoarcilloso, compactado y nivelado que actúa como cimiento de las mismas. Por encima de esta sub-base y apoyada sobre una manta geotextil, se ha dispuesto una geomembrana (imagen 3) de polietileno de alta densidad (PEAD) de 1,5 mm de espesor y con termosoldadura doble, para garantizar la impermeabilización de la base e impedir la posible lixiviación de contaminantes. Para concluir, encima de la lámina de PEAD se ha colocado una capa de drenaje (imagen 4) compuesta por gravas silíceas subredondeadas y un tubo de drenaje central.
La construcción se completó con la instalación del sistema de recogida de lixiviados y de aireación compuesto por 5 ramales de inyección (imagen 6) y una soplante de gran capacidad.
Simultáneamente a la construcción del cimiento de las tres biopilas, se realizaron las excavaciones de los suelos, para después someterlos al proceso de homogeneización, desterronado, aireación (imagen 5) y adición de nutrientes.
Concluida esta etapa, clave en el proceso, se procedió a colocar los suelos contaminados sobre el cimiento de las tres biopilas hasta configurar la geometría proyectada y finalmente se cubrieron totalmente con láminas de PEAD, para evitar su erosión y la alteración de sus propiedades físico-químicas por las condiciones meteorológicas.
Finalizada la cubrición de las biopilas (imagen 7) semanalmente se procede a registrar mediante un detector multiparamétrico el contenido de CO2, O2, COV’s y LEL desde puntos de monitoreo de gases instalados en las biopilas para tal fin (imagen 10).
La evolución del contenido en CO2 y O2 en el gas intersticial del interior de la biopila constituye un buen índice de la marcha de la biodegradación, ya que el hidrocarburo absorbido en el suelo es potencialmente biodegradado por las bacterias y microorganismos existentes en el subsuelo, mediante el consumo de oxígeno (metabolismo orgánico o respiración aeróbica). En el proceso, las bacterias consumen oxígeno para degradar las moléculas de carbono-hidrógeno, liberando CO2 y agua.
Con periodicidad mensual se realizan muestreos con hand auger desde la parte superior de cada biopila (imágenes 8 y 9) con objeto de comprobar la concentración de hidrocarburos de los suelos y establecer el grado de biodegradación alcanzado.
En base a las mediciones y controles que se están llevando a cabo se estima que entre el mes de noviembre y diciembre, podrán desmantelarse estas 3 primeras biopilas e instalar otras 3, correspondientes al segundo ciclo.
Para concluir se adjunta un cuadro en el que se recogen las mediciones más significativas del proyecto:
UNIDAD DE OBRA | CANTIDAD |
Nº de biopilas construidas | 3 |
Capacidad de tratamiento de suelos por biopila | |
Nº de biopilas a construir en total | 12 ud |
Estimación inicial de suelos contaminados | |
Volumen de suelo contaminado en proceso de limpieza (Fase 1) | |
Nº de tanques extraídos | 9 ud |
m² de demolición de losas de hormigón | |
m³ de estructuras de hormigón gestionadas a vertedero de inertes | |
m² de geomembrana de | |
m² de geomembrana de | |
m² de manta geotextil de 200 g/m² instalada | |
m³ de aporte de material para sub-base | |
m³ de aporte de material para capa drenante | |
m lineal de tubería de PVC roscada de Ø | |
m lineal de tubería de PVC roscada de Ø | |
m lineal de tubería de PVC roscada de Ø | |
m lineal de tubería de PVC presión de Ø | |
m lineal de tubería de drenaje de PVC Ø | |
nº de bordillos de hormigón para fijación de cubierta de biopilas | 400 ud |
nº de ensayos para determinación de hidrocarburos en suelos | 161 ud |
nº de mediciones de parámetros in situ vapores biopila | 294 ud |
nº de bombas de achique utilizadas para bombeo aguas subterráneas | 5 ud |
m lineales de manguera de conducción de aguas subterráneas | |
nº de separadores de hidrocarburos | 2 ud |
nº de soplantes para inyección de aire | 3 ud |
nº de casetas de obra | 2 ud |
nº unidades de tratamiento medioambiental (aguas subterráneas) | 1 ud |
Kg Nutrientes: Urea. | |
Kg Nutrientes: Ca(H2PO4). | |
Kg Nutrientes: K2SO4. | |
nº máximo de camiones utilizados | 5 ud |
nº máximo de retroexcavadoras utilizadas | 3 ud |
Imagen 1. Ensayo de biotratabilidad en microcosmos, 14 viales (7 tipos diferentes de condiciones por duplicado).
Imagen 2. Compactación de la sub-base.
Imagen 3. Colocación de la lámina de impermeabilización.
Imagen 4. Extendido del material drenante y sujeción de la lámina de PEAD con bordillos de hormigón.
Imagen 5. Aireación mecánica de los suelos.
Imagen 6. Ramales de inyección en biopilas 2 y 3.
Imagen 7. Aspecto del talud lateral de la biopila 2 tras su cubrición, fijación y atado.
Imagen 8 y 9. Detalle de toma de muestras de suelo mediante Hand Auger.
Imagen 10. Detalle de medición de la calidad del aire intersticial mediante detector PID.